Cada dos por tres salen noticias en los medios que nos recuerdan la velocidad con la que se está extendiendo el fenómeno de los blogs. Sólo hace falta buscar en Google acerca de un tema determinado para toparte con que muchos de los resultados te conducen hacia uno de ellos. Puede que sea un blog conocido, como el de Periodistas21, en el que es fácil acabar navegando tras una búsqueda, pero cada vez es más común que termines en un blog del que nunca habías oído hablar.
Buscas información y acaba proporcionándotela una persona que ni es consciente de que lo está haciendo. No sabe quién eres ni sabes tú quién es él/ella y, aún así, existe una comunicación. Puede que sea unidireccional, si te limitas a leer su entrada y no escribes tú ningún comentario, pero la posiblidad de responder está ahí, la uses o no, y ya por eso tenemos que hablar de una comunicación birideccional.
Ese feedback del que tanto gusta hablar últimamente es una de las cualidades que caracteriza a los blogs y una de las razones, creo yo, de su expansión. La gente quiere nformación, sí, pero no se conforma ya con la que le ofrecen los medios. Primero, porque desconfía de ellos (y no es para menos según está el panorama) y segundo, porque le resultan más lejanos que los blogs, que "vienen a ser lo mismo que las conversaciones entre amigos en un bar", como apunta Álvaro Íbañez, uno de los creadores de Microsiervos, en un artículo de El País, de este 27 de marzo, titulado "Los Blogs cumplen diez años".La diferencia, por tanto, entre informarnos mediante un Medio de Comunicación tradicional y un blog está en que mientras que en el primero buscamos información en el segundo encontramos comunicación. Que no es lo mismo.
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